"Desde la una de la tarde comenzó a llegar la gente a hacer fila a la entrada de la cúpula", contó Antonieta, vendedora ambulante de confites que para cada concierto se aposta a las afueras del recinto delParque O'Higgins. Es que el furor por ver a Selena Gómez, comenzó hace más de un mescuando comenzó la venta de entradas. El estacionamiento ya estaba lleno, y por calle Beaucheff no se permitía el ingreso de más vehículos desde las 20:30 horas. A pocos minutos de comenzar el show, aún quedaban poco más de 60 tickets que no lograban ser vendidos a un valor de 65 mil pesos.
Cintillos con un llavero de regalo y credenciales con la foto de la ídola adolescente, era la novedad que ofrecían los más de 20 comerciantes que trataron de seducir a los fans. Tres niñas, Belén, Rocío y Carla, compraron algunas y corrieron para ver a la actriz de Disney. "Nosotras compramos entradas en platea baja diamante", cuentan ansiosas, mientras otras chicas no disimulan su cara de frustración al no tener entradas. "Estamos acá desde las dos de la tarde, las niñas tiene hambre y no hemos conseguido nada", asegura la tía de Damaris y Belén, quienes de a poco se resignan a escuchar a Selena sólo desde afuera.
Son varios los que están en la situación de Damaris y Belén, desesperados por una salvadora reventa de entradas. "Acá pagan hasta 50 mil pesos por una entrada que vale 20 mil", gritó una joven que preguntaba por todos lados "compro una entrada, a quién le sobra una entrada". Aquella mujer también se conformó al final, tan sólo con escuchar a Selena desde afuera.
EL SHOW
Selena Gómez salió al escenario con un vestido rojo sin mangas, escotado, corto por delante y con vuelos por detrás, el que no se cambio en la hora y diez minutos de actuación. Comenzó con la canción "Round and round", y todos los siguientes temas, fueron coreados por la multitud. Cada vez que terminaba un tema, era ovacionada por el tumulto de gente que repletó el recinto, que se estima en 12 mil personas. En su mayoría eran niñas acompañadas por tías, tíos y padres. También habían niños, pero en menor cantidad.
Mientras la cantante se lucía en escena, no se imaginaba que afuera, más de 250 personas la escuchaban. Gabriela Arenas, y Saray San Martín, dos asiduas fanáticas de Gómez, no tuvieron dinero para comprar las entradas."Nos gusta Selena por su forma de cantar, es tan suave", decía Gabriela con un toque de idolatría. "La fuimos a ver al Hotel Ritz donde se está hospedando, pero la producción no la dejó salir al balcón así que sólo la pudimos ver como ocho segundos", agregó la joven, mientras mostraba una fotografía que había comprado de su ídola.
A lo lejos se veía un señor corriendo con su pequeña entre los brazos, la que traía un paquete de galletas y un jugo. Subieron ambos las escaleras de la tribuna del Parque O`Higgins, esa que se usa en la parada militar para escuchar a la cantante. Traían todo preparado por la falta de dinero para comprar el ticket de ingreso. Ya a la segunda canción las muchachas lloraban consoladas por sus padres, y un grupo de seis chicos de aproximadamente 15 años comentaban: "Rebota mucho el audio. Mira como grita la gente. Ay quiero llorar".
La última canción de Selena fue "Is Magic", en la cual tiraron papeles brillantes como parte del show. No bailó pero se movió al son de la música. Tampoco llevó bailarines, sólo era ella con su banda y dos coristas. Habló un perfecto español, a pesar de que quizás ni entendió lo que dijo. Lo importante, y que agradecieron las fans fue lo que prometió, volver a Chile porque le gustaba mucho. "Lo pasamos súper bien, nos encantó", declararon a Nación.cl unas contentísimas Belén Durán, Rocío Muñóz y Carla Durán.
Publicado por R♥
No hay comentarios:
Publicar un comentario